Lunes, 30 de junio, Etapa 4ª: Sobrado – Arzúa (22 km)

Peregrinar en oración y a la escucha. Hoy el Camino nos invita a caminar en silencio . No un silencio vacío, sino uno que escucha. Un silencio que habla. Un silencio que revela. Un silencio como el que Jesús buscaba cuando se retiraba a orar: "Jesús se fue al monte a orar, y pasó toda la noche orando a Dios." (Lc 6,12) Muchos kilómetros llevamos ya en las piernas. El cuerpo empieza a notar el cansancio, y sin embargo, algo en nosotros se está despertando. Hoy no se trata solo de avanzar… sino de entrar . Entrar en uno mismo. Escuchar lo que hay dentro. Y escuchar a Dios. No es lo mismo oír el silencio que escucharlo. Cuando lo escuchamos de verdad, el silencio nos habla: nos muestra cosas que normalmente no vemos, nos aparta del ruido y de la prisa, y nos devuelve a lo esencial. Nos saca del "hacer por hacer", del "seguir la corriente", del "pasar" por la vida, y nos mete de lleno en el misterio de estar vivos. San Ignacio decía que hay que...